Destyneo

Confinados, encerrados como miles de millones de animales…

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En Francia, desde el 15 de marzo de 2020, ya no podemos salir de casa como queramos. Sin embargo, tenemos la suerte de poder salir a comprar para comer (lo que queramos, cuando queramos), tomar una hora de aire fresco cada día (pero a no más de un kilómetro de casa) y mantenernos en contacto con nuestros seres queridos gracias a las nuevas tecnologías.

Con el encierro que estamos viviendo desde hace más de un mes, podemos sentir aislamiento, soledad, ansiedad e incluso depresión…. Pero ¿qué pasa con los miles de millones (digo miles de millones porque imagino que hay miles de millones…) de animales encerrados en jaulas de zoológicos, en circos, en estanques de parques marinos o en acuarios? Pues bien, los animales también sienten estas emociones.

Secuestrados en su entorno natural, muy a menudo son separados de sus familias, simplemente para entretenernos. Estas separaciones causan graves traumas.
Acostumbrados a buscar comida de forma independiente en la naturaleza, se les imponen comidas y horarios. Si nadie les lleva comida, estarán condenados a morir, pues ya no pueden cazar por sí mismos.
Acostumbrados a recorrer largas distancias, acaban en estrechas jaulas o estanques.
En cuanto a la reproducción natural de los animales, ya no pueden elegir a su pareja, como lo harían en su entorno.
Esta dependencia del hombre y las condiciones de vida en cautividad también provocan problemas de comportamiento en las distintas especies animales (estereotipia, autodestrucción, agresividad, etc.).

Privados de nuestra libertad, ¿podemos aprender de ella? ¿Podemos ser más empáticos con otras especies animales? ¿No deberían los animales tener derecho a vivir libres en la Tierra? ¿Quién dijo que un grupo de individuos tenía derecho a poseer a estos seres sensibles para transformarlos en animales-objeto, en animales-espectáculo, en nombre de la «pedagogía» o del lucro?
¿No sería una buena idea cerrar todas estas «cárceles para inocentes» y devolver a estos animales a sus hábitats naturales? ¿No es el planeta lo suficientemente grande como para que lo compartan todos los seres vivos?

He aquí algunos artículos para profundizar en el tema de la explotación animal en zoológicos, circos, parques marinos y acuarios:

N.B.: Todas proceden del sitio petafrance.com porque me han parecido muy bien escritas.

Foto: Patrice Letarnecs

Cuídate.

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